Barrancolí
Hay sueños que llegan a convertirse en realidad, y CAFÉ BARRANCOLÍ es uno de ellos.
Nuestra historia comienza cuando José Feliciano Portela Alonso, buscando un futuro prometedor, emigra desde la pequeña aldea gallega de A Guarda a América, siendo la isla de Puerto Rico el final de su singladura. A su llegada, una vez en tierras puertorriqueñas comienza su idilio con el mundo del café.
Con ímpetu y ganas de progresar se traslada hasta República Dominicana y así empieza todo. Tras mucho trabajo y lograr atesorar unos cuantos ahorros, compra una modesta finca en la zona del Lirial, ‘La Lomota’, unos terrenos que de a poquito fue aumentando hasta transformarlos en el gran cafetal que es ahora.
Un café que mantiene sus raíces sin renunciar a los avances y la innovación, siempre en la búsqueda de una calidad superior en aroma y sabor. Un café de ahora que sabe como los de antes.
Hoy, la cuarta generación familiar toma las riendas al frente de CAFÉ BARRANCOLÍ. Cultivando café con el mismo cariño y dedicación que José F. Portela.
Un café que mantiene sus raíces sin renunciar a los avances y la innovación, siempre en la búsqueda de una calidad superior en aroma y sabor. Un café de ahora que sabe como los de antes.
Nuestro café dominicano es cultivado y recolectado por manos expertas, por la experiencia y la tradición transmitida de padres a hijos. Amor y tiempo, estos son los pilares sobre los que se asienta este producto de calidad. Un sabor único y característico, logrado por un tueste exacto y delicado, del CAFÉ BARRANCOLÍ.
Proceso
Plantación
Recolección
Fruto
Nosotros
José Antonio Argüelles Portela
Hola, si estais leyendo esto imagino que será porque el café de especialidad os interesa tanto como a mí. En 2019 decido seguir con el legado familiar. Comenzar esta aventura y potenciar el producto de origen que durante tantos años mi familia ha cuidado y trabajado.
Así que en plena pandemia empiezo por formarme, analizar el mercado poder relanzar el café dominicano de nuestras plantaciones en el mercado actual.
Tras una rigurosa selección del grano verde en nuestra plantación, se exporta a España. El proceso de tueste y envasado lo hacemos desde Asturias más exactamente en Grado, donde mi familia lleva asentada más de una década.